¿Por qué funciona la educación clásica? Conozca a Dorothy Sayers
Escrito por Common Sense Classical
¿Por qué funciona la educación clásica? Conozca a Dorothy Sayers
Escrito por Common Sense Classical
Why Does Classical Education Work? Meet Dorothy Sayers
¿Por qué funciona la educación clásica?
Los estudiantes que se gradúan de escuelas clásicas se van con un profundo sentido de su papel en el mundo. Se van comprendiendo cómo pueden forjar para sí mismos una vida verdaderamente buena. No solo eso, sino que también se van con habilidades y hábitos que les servirán durante toda su vida. Recientemente, una madre se acercó a mí después de haber visto esto de primera mano en su hijo educado de manera clásica. Ella preguntó: “¿Por qué pasa esto? ¿Qué tiene el método clásico que funciona tan bien?”. Bueno, hay muchas respuestas posibles a esa pregunta, pero me gustaría ofrecer una que considero particularmente convincente.
Permítanme presentarles a una de las figuras más destacadas de la educación clásica. Si alguna vez han educado a sus hijos en casa utilizando un currículo clásico, probablemente ya habrán escuchado su nombre. Les presento a Dorothy Sayers, una prestigiosa escritora inglesa. Sayers escribió sus propias historias y poemas, pero también contribuyó enormemente al movimiento de la educación clásica al explicar muchos de los "cómos" y "porqués" detrás de esta filosofía educativa.
Si recuerdan el artículo ¿Qué es la educación clásica?, saben que esta tiene sus raíces en la Antigua Grecia. Sin embargo, antes de Sayers, no muchas personas se tomaban el tiempo para explicar por qué hacemos lo que hacemos en las aulas clásicas ni el impacto duradero que tiene una vez que los estudiantes terminan sus estudios. Para Sayers, la respuesta radica en la psicología infantil. La educación clásica involucra al niño en una de las tres etapas del desarrollo, cada una de las cuales se ajusta naturalmente a las características propias de la edad del niño. A medida que lean el resto de este artículo, supongo que habrá varios movimientos de cabeza y sonrisas de comprensión al reconocer los rasgos en sus propios hijos.
Para quienes están bien familiarizados con la educación clásica, reconocerán estas tres etapas como correspondientes a las asignaturas y artes que conforman el Trivium. Para aquellos nuevos en la educación clásica, consideren estas como las artes esenciales o introductorias de dicha pedagogía.
#1 Escuela Primaria: La Etapa Gramática o "Poll-Parrot":
Si entran en un aula de una escuela primaria en una institución clásica, no sería raro escuchar una gran cantidad de cantos y recitaciones. Si se quedan el tiempo suficiente, también notarán que los estudiantes están asimilando una enorme cantidad de información. Aprenden sobre personas, lugares, fechas y hechos generales de una variedad de temas.
Según Sayers, esto se debe a que, a esta edad, aprender de memoria es fácil y placentero. El cerebro de los niños en edad escolar primaria está naturalmente inclinado a la memorización y la recitación, y sus poderes de observación y memoria están en su punto más alto. Se aferran a contenidos cautivadores y se sienten encantados de aprender los detalles más minuciosos de todos sus temas.
En esta etapa, la educación clásica proporciona a los estudiantes una base sólida de conocimientos que pueden usar para la construcción y el análisis. También es la etapa en la que los estudiantes desarrollan satisfacción y una confianza agradable en su conocimiento. La escuela es satisfactoria para ellos porque alimenta sus inclinaciones psicológicas naturales.
"Aprender seis materias sin recordar cómo fueron aprendidas no facilita en nada el enfoque hacia la séptima; En cambio, si aprendes a aprender y lo recuerdas, cada nuevo tema será como abrir una puerta."
— Dorothy Sayers, The Lost Tools of Learning
#2 Escuela Secundaria: La Etapa Lógica o "Pert":
A medida que los estudiantes avanzan de la escuela primaria a la secundaria, su interés por los hechos tiende a disminuir. Entran en una etapa de desarrollo en la que son naturalmente argumentativos y desafiantes.
Ellos sienten, hasta cierto punto, la necesidad de cuestionar lo que se les ha enseñado hasta ese momento. Recuerden cuando mencioné que algunos de ustedes podrían esbozar una sonrisa de comprensión. Bueno, sepan que Sayers simpatizaba con las familias de los niños en edad de secundaria.
Psicológicamente, los estudiantes en esta etapa tienen una poderosa inclinación hacia el razonamiento discursivo, es decir, pensar un problema paso a paso. En el aula, los profesores comienzan a alejarse de la memorización que caracterizó la escuela primaria y se orientan más hacia discusiones que incluyen preguntas que complementan esta etapa única del aprendizaje. En Historia, podrían escuchar algo como "¿Fue este comportamiento justificado?", mientras que en Literatura, los estudiantes practican ensayos persuasivos.
El beneficio de esta etapa de desarrollo en un modelo clásico es que los estudiantes aprenden a canalizar y dirigir su tendencia argumentativa hacia algo positivo. Se les motiva a encontrar respuestas por sí mismos y, a menudo, descubren que su base de conocimientos no es suficiente para satisfacer su deseo de saber más. Si van a seguir cuestionando y debatiendo, necesitan más información. De esta manera, al final de la escuela secundaria, la imaginación se despierta nuevamente después de haber estado temporalmente dormida bajo la apariencia de una actitud rebelde propia de la juventud.
#3 Escuela Secundaria: La Etapa de la Retórica o Poética
Finalmente, llegamos a la última etapa. Sayers destaca que la etapa poética se caracteriza principalmente por el deseo del estudiante de expresarse. En esta fase, los estudiantes se esfuerzan al máximo por alcanzar la independencia y son los más capacitados para sintetizar los conocimientos adquiridos a lo largo de diferentes niveles y materias.
Esta capacidad de síntesis es fundamental y explica por qué muchas instituciones educativas concluyen la educación secundaria con una tesis o presentación final, en la que los estudiantes responden a una pregunta que les exige integrar todo lo aprendido hasta ese momento.
El valor de la educación clásica radica en que deja a los estudiantes con una mayor capacidad creativa y un deseo deliberado de aprender y hacer más. Están preparados para ingresar a la vida después de la secundaria con la habilidad de continuar aprendiendo, sin importar el campo que elijan.
La educación clásica no solo proporciona conocimiento, sino que también otorga herramientas esenciales: martillos, sierras, cinceles, entre otras, que los estudiantes pueden llevar consigo al enfrentarse a cualquier nuevo desafío o pregunta.
Y esto, como señalaría Sayers, es el objetivo último de la educación:
"Aprender seis materias sin recordar cómo se aprendieron no facilita el abordaje de la séptima; haber aprendido y recordado el arte de aprender hace que el acercarse a cualquier materia sea como abrir una puerta."
Por esta razón, el estudiante clásico se distingue. Es por esto que puede afrontar nuevos desafíos con vigor y determinación, en lugar de con temor o duda. La educación clásica no sólo se ocupa del conocimiento, sino también de la formación en cómo pensar.
Traducido por AICC
ENLACE A LA VERSIÓN ORIGINAL (EN INGLÉS)